Este mes se me han llenado las neuronas de palabros.
Me asombré con el licopeno, y recordé cuando estuve en Isla Antilla, hace unos veranos; Los deliciosos desayunos a base de tostadas con tomate triturado, que te servías tú mismo a placer, de los recipientes esos que acaban en un tubito y que originalmente se usaban para el azucar. Más concentrado nunca llegué más allá del aserejé de las kechup, y fui siempre del salmorejo y la mahonesa, ambos con mucho ajo. Resulta que ahora enriquecen el aceite con la cosa y lo cobran más caro.
Inge Herrmann, del Instituto de Química y Ciencias de Bioingeniería en el ETH de Zurich ha usado nanoimanes para limpiar la sangre de impurezas varias.
La genialidad de la simpleza promete.
Antón Uriarte nos recuerda que los ecologistas poco serios ya no se acuerdan del agujero de ozono aquel, con el que nos torturaron otros veranos.
Eso y que el Atleti lleva dos títulos ya este año: Palabras mayores.
2 comentarios:
Joe EQUI que es verdad, esto es pa acojonarse. Me refiero a lo del Atleti, que lo de los palabros y sus efectos beneficiosos, no debemos creernos todo lo que nos cuentan, que luego si los intereses economicos cambian, pues que desaparecen los agujero de ozono del mundo.
Abrazos.
Cómo andas, heavy? Ya veo que este verano has cogido el diccionario!!
Un abrazo!!
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