Y Alicáncano. Y Humo, voluta roja.

domingo, 30 de octubre de 2005

Otra vez aquí.

Casi no consigo entrar.
Es fácil cuando lo has logrado, pero se me olvida de una vez para otra.
Vengo tan poco por aquí.

Procuraré pasar más a menudo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me halagan Hoso tus caleidoscópicos besos, Desde Mariano, busqué "bloguearte" para contestarte en el tuyo, y mandarte besos en fractales, por supuesto de colores... Helena.

Anónimo dijo...

Cientos, miles de besos de colores que giran sobre sí mismos dando vueltas mientras van cayendo suavemente. Pero no hay suelo, sino que allá a donde se lleve la mirada hay más besos flotando sobre un fluido invisible que los mece y arrulla. Arriba, abajo, a los lados, y contigo.

Son de todas las formas, triángulos planos, hexaedros y algunos que son difíciles de ver, porque son transparentes.

Escuchan atentos la música. Hay un sonido muy grave, parecido al de un trombón, con el que otras notas parecen estar jugando. El sonido del cuerno es incesante, y las demás notas de la partitura suenan desordenadas, mezclándose con los besos.

Entonces el sonido más largo y ronco comienza a oscilar, variando rítmicamente su tono. Y las demás notas bailan con él.

¡Y los besos de colores sienten la música! Y el universo es multicolor, poliédrico y musical.
Y dentro de cada beso hay un deseo. Y todos ellos son el mismo, porque si los besos son bonitos, son tales como tú.

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