El oficio de político.

En general, no esperamos gran cosa de los políticos.
Ni siquiera que lo hagan bien. Nos solemos conformar con qué no lo hagan excesivamente mal.

Al fin y al cabo la política se ha convertido en un oficio, si alguna vez dejo se serlo.
El oficio de político conlleva mentir, vivir con ventaja, poco trabajo y unas inmensas tragaderas.

Cuando se tiene madera de político, lo peor no son las puñaladas de otros como tú, van en el oficio; Lo malo es cuando la gente se harta de ti.

Cualquier persona que se miente a sí misma está llamando a las puertas del descalabro. Cuando se miente mucho, se trabaja poco y las tragaderas te convierten en un consentidor de ideas, puede que se te llene el bolsillo a corto plazo, pero estás tirando por la borda tu empleo de político.

Tengo muchos amigos que se van a quedar sin empleo. No estuvieron atentos y dejaron que la competencia les engañara, se llegaron a creer que formaban parte de ella; Ni siquiera lo hicieron mal, es que directamente no hicieron su trabajo, dejaron que se lo hicieran.

Después de mayo, intentarán mentir de oficio, negar la reconversión y los despidos; El año que viene será peor, ya no les quedan burras que vender y los bolsillos llenos se vacían enseguida si no se rellenan regularmente.

El que se apunte a la repesca sabe que le toca la célebre "Travesía del desierto"; Lo que para el resto de los mortales es el paro, y para todos la temida soledad.